Por: Deisy Johana Olaya Quintero, Comunicadora Social- Periodista
Fotos: El País -El Diario – Espectador
La Selva de Darién, una separación natural entre Colombia y Panamá conformada por una espesa jungla, montañas empantanadas y ríos repletos de peligros biológicos y humanos, ha dejado de ser un lugar único de la naturaleza, para transformarse en una de las rutas de migrantes máspeligrosas del mundo, donde cientos de personas arriesgan todo para atravesarlas persiguiendo el sueño de llegar a Estados Unidos y obtener una vida mejor.
Según un informe de Médicos Sin Fronteras y el Ministerio de Seguridad Panameño, en lo corrido del presente año másde 180.000 personas de nacionalidades como Venezuela, Colombia , Haití, Cuba y Senegal, han logrado atravesar la frontera, pasando por lo que aseguran “ha sido un infierno en la tierra”, en gran parte al tratarse de grupos de familias, con niños incluso todavía en pañales.
Su afán de buscar una nueva vida los hace tomar esta difícil decisión, que en muchos casos inician sin comprender el terreno, la geografía o los conflictos sociales que les esperan. A menudo sus fuentes de información son redes sociales, las cuales producen una falta de consciencia del riesgo y la esperanza de ver a sus compatriotas que cruzan la frontera con una vida resuelta y condiciones mucho más favorables que la que pasan en su diario vivir o por el rumor de que alcanzando el país americano no tendrían forma de devolverlos, ofreciendo su asilo político.
Pero la realidad es que este es un recorrido de mucha exigencia física y mental. Pensar que una persona sedentaria o con sobrepeso puede afrontar el desafío sin preparación previa sería una decisión irresponsable, así como enfrentar la selva sin conocimientos de primeros auxilios y como mínimo saber nadar. Los relatos de personas que logran la travesía demuestran escenas desgarradoras, que reflejan la desesperación y la crueldad humana, que podrían desestabilizar a cualquiera que mentalmente no estépreparada para sentir agotamientos extremos.
Siempre se indica la ley de viajar en grupo y reducir su peso de equipaje al mínimo necesario para facilitar su viaje. En este recorrido existen los conocidos “coyotes”, que cobran para guiar a la población sumas superiores a los 500 dólares, prometiendo que el recorrido podría terminarse en menos de una semana. Pero la realidad es que esta región está expuesta a bandas criminales, que se encargan de extorsionar a los migrantes e incluso aprovechar su vulnerabilidad para realizar actos de violación, robos y asesinatos. Sin mencionar los peligros del entorno, que han hecho que varias personas hallan fallecido durante la caminata, ahogados en ríos o cayendo por precipicios.
La problemática que se encuentra en aumento, ha hecho que los países fronterizos e incluso el mismo Estados Unidos hayan puesto la lupa sobre la región, generando campañas de concientización para evitar que personas hagan el recorrido sin conocer los riesgos y apoyando con intervenciones directas en las zonas exequibles para los gobiernos.
De acuerdo al Servicio Nacional de Migración de Panamá, en el periodo comprendido entre el año 2020 y 2022, al estado panameño le ha costado más de 50 millones de dólares la atención de los migrantes, en términos asociados a alimentación, vivienda, medicinas y otras acciones de atención inmediata.
Toda esta odisea no representa el final del sufrimiento para los que la recorren, ya que es sólo uno de los pasos obligados en la ruta de atravesar Centro América, para poder enfrentar la frontera Norteamericana y estar expuestos a no ser recibidos siendo deportados a su país de origen.
En cualquier lugar del mundo se puede salir adelante, no solamente en los Estados Unidos, y aunque es un hecho que la recesión económica mundial impacta a todos los países en diferentes grados de agresividad y las condiciones de muchos países hermanos no parecen mejorar a corto plazo, realmente tomar una decisión como esta es entregar su vida y la de su familia a una posible muerte, persiguiendo un sueño que a lo largo de su recorrido, termina volviéndose una pesadilla en vida.
