El Vichada también sufre por la vía Bogotá – Villavicencio

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En Cumaribo, Vichada, ya hay desabastecimiento de productos provenientes del centro del país. Sus habitantes han tenido que revertir al consumo de mañoco, casabe y de lo que dé la naturaleza


El Vichada también está afectado por la crisis de la Vía a Bogotá; sin embargo, este problema se suma a otros dos que el departamento y sus municipios, como Cumaribo en este caso, han padecido desde que sus habitantes tienen memoria: vías de pésima calidad y abandono gubernamental.

Rosendo Rey, personero del mencionado municipio vichadense, expuso aStereonoticias cuán serio se ha vuelto para la población el problema con la vía Villavicencio – Bogotá. Tal como lo manifestó el funcionario “para nadie es un secreto que buena parte de lo que hoy se comercializa en Cumaribo proviene del centro del país, proviene de la ciudad de Bogotá”.

Rosendo Rey, personero de Cumaribo (Vichada)

En circunstancias normales un carro pequeño o camioneta tarda doce horas desde Cumaribo a Villavicencio (o de 24 a 48 horas si es un camión grande con carga) debido a lo sin pavimentar de la vía. Pero con el cierre de la vía a Bogotá, el trayecto que antes le adicionaba de dos a tres horas, ahora le suma hasta doce más.

El personero Rey afirma que la situación ya dejó de ser de carestía para pasar a ser de puro desabastecimiento. “Cuando los precios suben, significa que aún hay productos, pero lo que estamos observando hoy es desabastecimiento. O sea, no hay verduras y frutas que son importantísimas para la alimentación de cualquier persona. No las tenemos. Ya los víveres están casi acabados. Y de los que aún quedan existencias, han aumentado entre un 30% y un 40% en su valordebido a la escasez. Se mantiene la demanda, pero la oferta ha bajado grandemente a raíz de la falta de camiones que vayan hacia el municipio porque, aparte del cierre de la vía, el invierno ha convertido la vía en una trocha intransitable en donde los carros pasan más tiempo luchando por salir del lodo que andando”.

Sin embargo, pese a todo, el personero Rey destaca la capacidad de resignación o resiliencia de los habitantes de su población puesto que ya están acostumbrados a esta clase de contratiempos. “La población que vive en Cumaribo se acostumbró a esos desplantes que a lo largo de la Historia les ha hecho el Gobierno. Al arroz y la papa la cambiamos por el mañoco y el casabe, además de conformarnos con los peces de los ríos y caños cercanos” añadió el funcionario.