“Lo que estamos viviendo ahora podría tener un impacto tan grande como el asteroide que mató a los dinosaurios”. Matt Davis es paleontólogo y profesor de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, y sus palabras son un buen resumen de la situación que enfrentan los mamíferos. Tras más de 200 millones de años de evolución en los que han transitado por diferentes eras y se han adaptado a múltiples ecosistemas, estos animales se encuentran en serios problemas. ¿El motivo? Los humanos.
Aunque las advertencias sobre los inconvenientes que han causado los humanos a otras especies suelen ser comunes, Davis volvió a mostrar, desde otra perspectiva, que el panorama no es nada alentador. Bajo el título “La diversidad de los mamíferos tardará millones de años en recuperarse de la actual crisis de biodiversidad”, acaba de publicar en la revista PNAS una robusta investigación que muestra el tiempo que tardarán los mamíferos en evolucionar en nuevas especies para reemplazar las que los humanos hemos eliminado. Su cálculo más realista indica que les tomará entre 3 y 7 millones de años, un tiempo diez veces más extenso de lo que llevan los humanos sobre la Tierra.
Para dar con esas cifras, Davis, junto con otros dos colegas de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), hizo un ejercicio poco frecuente. En vez de hacer una lista de las especies extintas, intentó calcular la historia evolutiva que representan. Su premisa era simple: la biodiversidad es más que el número de especies en la Tierra. En el árbol evolutivo de la vida, no todas tienen el mismo significado.
Ed Yong, divulgador científico, tiene una buena manera de explicarlo. “El perezoso pigmeo, por ejemplo, puede ser una de las especies de mamíferos más amenazadas, pero también es una de las más jóvenes, pues se separó de su pariente más cercano hace 9.000 años. El cerdo hormiguero, aardvark, por el contrario, es el último sobreviviente de un grupo de mamíferos que se separó de los otros hace 75 millones de años. Perder el perezoso pigmeo sería como arrancar una pequeña ramita del árbol genealógico de los mamíferos; perder el aardvark sería como cortar una rama entera”, apunta en The Atlantic.
Según sus cuentas, como aseguró Davis a The Atlantic, desde el siglo XVI los humanos les quitaron a los mamíferos 500 años de historia evolutiva. Eso sin contar los registros de los humanos prehistóricos, que les robaron 2.000 millones de años. Y lo más posible es que en las próximas cinco décadas pierdan otros 1.800 millones de años. ¿Por qué? Una de las razones es que la humanidad suele ensañarse con las especies más grandes. Lo que ha sucedido con los rinocerontes es un buen ejemplo. Otra es la situación de los elefantes: aunque en algún momento representaron una orden de mamíferos que incluía mamuts y mastodontes, hoy solo quedan tres especies. Una de ellas son los elefantes asiáticos, cuya posibilidad de sobrevivir en este siglo es de apenas 33 %.
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EL ESPECTADOR