Un importante número de petroglifos, material lítico y cerámicas fueron ubicados en los municipios de San Juan de Arama y Mesetas, donde se realizaron proyectos orientados a visibilizar y conservar el patrimonio cultural inmaterial y arqueológico, a través de recursos gestionados por el Instituto de Cultura del Meta y del Impuesto Nacional a la Telefonía Móvil del Ministerio de Cultura.
Las investigaciones abarcaron el cañón del río Güejar, la margen derecha e izquierda del río Lucía y vegas del río Ariari, entre otros.
Para el director del Instituto de Cultura del Meta, Luis Horacio Vasco Suárez, el Gobierno departamental ha cumplido con la tarea de visibilizar estos puntos arqueológicos y resaltar su importancia para dar aviso sobre la riqueza del territorio.
Óscar Londoño, antropólogo del proyecto, indicó que en la vereda El Vergel, de Mesetas, las evidencias indican la existencia de un cementerio indígena, igualmente en el límite de las sabanas en de San Juan de Arama y la vega del río Ariari, donde se encontraron cerámicas muy primitivas en su elaboración, caso contrario con piezas halladas en Granada.
En Mesetas, la investigación indica que fue un centro de encuentro y adoración, muy similar a San Agustín (Huila), por las evidencias plasmadas en las piedras a la entrada del municipio sobre el río Güejar, donde se localiza el Charco de la India, una evidencia que indica posiblemente la fecundidad: una mujer con pies de aves.
Entre los ríos Lucía y el Güejar, en el sitio conocido como ‘Valle de los Dioses’ se observaron cerca de 40 piedras con petroglifos, algunos con cavidades especiales para ubicar las ofrendas, que por el gran número de evidencias debió ser un punto de convergencia de varias culturas, por temas comercio o religión, entre ellos, una golosa posiblemente de origen Maya.
Hacia la parte alta se ubicaron petroglifos que indican la especialización que la comunidad tenía frente a la cotidianidad y el universo, como se observó en algunas cuevas que hacen relación a la interacción del hombre con la luna y el sol, el día y la noche, la vida y la muerte. No solo eran captadores de la belleza del universo, sino que la plasmaron en su cotidianidad frente a los astros y a ellos mismos.
El trabajo implicó la socialización con la comunidad, quien está muy interesada en su cuidado y manejo, dada las perspectivas con el turismo cultural, por lo cual se requieren políticas preventivas.
Luego de las investigaciones se editaron algunos videos, que ya pueden ser vistos en YouTube y donde se entregan una serie de recomendaciones orientadas a la protección, preservación y cuidado, igualmente la creación de vigías del patrimonio y políticas públicas de carácter cultural que se afiancen en compañía de las administraciones municipales y la comunidad, para que las evidencias no desaparezcan.
Fuente:
Clara Stella Eslava de Mantilla
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