Por: Deisy Johana Olaya Quintero, comunicadora social- periodista.
Tras siete años de conflictos políticos bilaterales entre las dos naciones, se dio oficialmente la apertura de la frontera en ambos sentidos, el pasado 26 de septiembre.
Con el acto simbólico de dos camiones traspasando el Puente Simón Bolívar, se dio un importante e histórico paso para Colombia y Venezuela (tal como lo enunció el mandatario de los colombianos, en su discurso), pues no sólo se trata de restaurar el comercio bilateral, sino que además se marca el comienzo del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y el presidente Nicolás Maduro.
Es evidente que el cierre de la frontera de más de 2300 kilómetros, ha generado una serie de efectos muy negativos para nuestro país, tales como la inseguridad, el comercio ilegal, la violencia, y lo que es peor la difícil situación humanitaria que han tenido que vivir centenares de personas,que buscaron una mejor calidad de vida en nuestro territorio. Es por esto, que estamos al inicio de una nueva era, un tanto esperanzadora, pues ya no vemos la avalancha de noticias de éxodos de personas de origen venezolano, o mercados desabastecidos, que hace un par de años eran los titulares principales de los medios de comunicación.
Dentro de los factores que en la actualidad han favorecido significativamente al país vecino, se destaca la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual ha generado que países como Estados Unidos hayan vuelto a comprar el petróleo de Venezuela, siendo este país considerablemente dependientede este recurso y a su vez que se hayan reducido las sanciones internacionales que tenían su economía en un abismo. Cabe resaltar, el hecho de que el modelo autoritario de Maduro, respecto a su economía interna, ha cambiado, abriendo puertas a ideas mucho más liberales, como la comercialización de moneda en dólares y una mayor libertad en la variación de precios de productos y servicios internos.
Por su parte, el presidente Petro expresó ante los medios de comunicación, en días pasados que: “la globalización antes que nada es una relación entre vecinos. Cualquiera que mida los flujos de comercio internacional, los flujos culturales, los flujos de población encontrará siempre que la mayor cantidad se realiza entre vecinos. Y así era antes de que la locura sectaria se adueñara de corazones y cerebros, así era entre Colombia y Venezuela y entre Colombia y Ecuador».
Así mismo, aseguró que el objetivo es recuperar los US$ 4.000 millones en Comercio, a través de la frontera, a mediano plazo y a su vez recuperar los US$ 8.000 millones que antes se registraban; para el mandatario, es necesario que las dos economías se integren, según lo documenta la página oficial de CNN en español. Dichas cifras son ambiciosas, pero se estima que con la superficial recuperación económica de Venezuela y conforme vaya fluyendo la comercialización, a través del transporte terrestre, fluvial y aéreo, -“se podrían tener ingresos entre los US$1000 y US$1200 millones y al término del periodo del actual gobierno, podría alcanzar los US$4500 millones” afirmó el ministro de Industria y Comercio de Colombia, Germán Umaña.
No obstante, uno de los desafíos más grandes que trae esta reapertura fronteriza es la seguridad, pues diferentes grupos armados han proliferado a lo largo de los departamentos de Norte de Santander y Arauca, como consecuencia de la falta de presencia estatal. Grupos como las disidencias de las FARC, el Clan del Golfo, el Cartel de Sinaloa, entre otros, tienen esta región en jaque. Ante esta situación, los dos mandatarios ( Petro y Maduro), aseguraron que coordinarán planes de seguridad en la frontera, combatiendo las economías ilegales, que han contribuido a perpetuar la guerra.
Es un hecho que falta mucho para que Venezuela pueda recuperarse en materia económica, pero surge la esperanza de una reactivación financiera de nuestro país hermano, en el corto y mediano plazo. Es por esto, que debemos visualizar la gran oportunidad del comercio bilateral entre las dos naciones, logrando la apertura de nuevos negocios en departamentos como Arauca, Norte de Santander y Vichada, de forma segura y legal, facilitando que personas que quieran regresar a su país con sus familias, puedan hacerlo,con un futuro prometedor y a su vez abriendo nuevas oportunidades a nuestro pueblo colombiano, para crecer en materia de empleo y calidad de vida.
