En medio de los enfrentamientos entre las Fuerzas Militares y el ‘clan del Golfo’ en el nordeste antioqueño, un rayo de esperanza se abre entre la tragedia que enluta a la Fuerza Pública. El capitán Javier Leal, comandante de una unidad de Fuerzas Especiales, se recupera de sus heridas en la Clínica San Nicolás de Barrancabermeja, con una historia de supervivencia que asombra.
Su celular, colocado estratégicamente en su chaleco, a la altura del pecho, actuó como un escudo inesperado durante el violento enfrentamiento del viernes. Uno de los disparos dirigidos hacia él fue detenido por este dispositivo de comunicaciones, ahora destrozado pero convertido en símbolo de vida y protección.
«Este celular me salvó la vida. Dios está conmigo. Esto no se va a quedar así, vamos a volver con más fuerza», expresó el oficial Leal en un video desde la clínica, sosteniendo con gratitud el dispositivo que le otorgó una segunda oportunidad.
Mientras tanto, el general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares, visitó a los heridos en la clínica, confirmando que su estado es estable y que reciben una atención médica constante.
Sin embargo, la lucha continúa en la región, con la Operación Fortaleza desplegada en respuesta a los enfrentamientos del viernes. A pesar de los desafíos presentados por la alta presencia de artefactos explosivos y minas antipersonal, las tropas persisten en su avance.
Desde Múnich, Alemania, donde asistió a la Conferencia Mundial de Seguridad, el presidente Gustavo Petro lanzó una advertencia contundente al ‘clan del Golfo’. Dejó en claro que el Gobierno no está en negociaciones con este grupo armado y que su actividad criminal será enfrentada con determinación y contundencia.
El mensaje es claro: la violencia no detendrá los esfuerzos por garantizar la seguridad y la justicia en la región.