Aun que se han llevado a cabo diferentes medidad de bioseguridad, vacunación y cierres de algunos establecimientos para evitar la proliferación del virus y el crecimiento de la curva del mismo, ha sido una tarea bastante complicada para la comunidad, pues la mayoria de actos de su rutina requiere estar en contacto con otras personas.
El paisaje que se presenta es bastante desconsolador, pues como se ha leido en noticias pasadas. Las Uci’s están repletas y los fallecidos aumentan con el pasar de las horas.
Indicaron que todas las capas de la sociedad han sido tocadas por el coronavirus, que mantiene en estado de permanente alerta a quienes laboran en los hospitales y clínicas.
La situación se torna desesperante si se cae en la cuenta de la falta de camas UCI para atender con la diligencia requerida a los pacientes, y de esta manera evitar que su contagio adquiera nuevas dimensiones.
Aun que hay personas más propensas a adquirir el virus por donde trabajan o el contacto que tienen con más personas, el virus a afectado a todos, en este caso a los secerdotes de la iglesia católica de la ciudad entre ellos Fredy Hortúa, Carlos Díaz, Fredy Albeiro Rodríguez, Orlando Benavides y William Vargas.
Se ha presentado tanto este contagio que monseñor Oscar Urbina Ortega, arzobispo de la Arquidiócesis de Villavicencio, lo trasladaro a bogotá, pues el virus lo golepo fuertemente.
Es por ello que se llega a la conclusión que este virus ha afectado a todas las personas del común, uno más que otros pero el autocuidado y el de los demás debe ser reforzado e importante