Llaneros FC atraviesa uno de los momentos más complejos de los últimos años, marcado por dificultades administrativas, financieras y logísticas que hoy ponen en riesgo el cierre de la temporada y el futuro deportivo del club.

Desde mediados de año, la dirigencia venía alertando a la Alcaldía de Villavicencio sobre la insostenibilidad del pago de impuestos y la urgencia de un alivio económico. Uno de los principales compromisos fue la reducción del impuesto del 20% al 10%; sin embargo, lo aprobado en el Concejo solo permitió una disminución al 15%, condicionada a la realización de actividades sociales con niños, las cuales debían ser financiadas por el propio club y soportadas con facturación detallada. A pesar de nuevas promesas de cumplimiento antes de finalizar 2024, el descuento total nunca se hizo efectivo.

A esta situación se suma la incertidumbre frente al patrocinio de Bavaria, cuyo apoyo depende de la venta de cerveza en el estadio. El club advirtió oportunamente que no contaba con los permisos necesarios para cumplir esa condición. Aunque el alcalde aseguró que el tema sería solucionado, esto no ocurrió, poniendo en riesgo la continuidad del patrocinio.
Otro punto crítico es la logística exigida por distintas dependencias municipales. Según Llaneros, los costos solicitados corresponden a un estadio lleno, pese a que las asistencias reales no lo justifican, y además deben ser cancelados por anticipado, lo que agrava la carga financiera.
Asimismo, la dirigencia recuerda que tampoco se cumplió la promesa de una ayuda económica de 200 millones de pesos por semestre desde el Imder. Al intentar gestionar el desembolso para el cierre del año, recibieron como respuesta que ya no era posible realizarlo.
Pese a mantener una relación cordial con el alcalde, el club insiste en la necesidad de condiciones reales para operar sin poner en riesgo la categoría ni aumentar su endeudamiento.
Las alternativas que evalúa Llaneros FC
Jugar a puerta cerrada en Villavicencio: con apoyo de la Gobernación del Meta, que ha cumplido sus compromisos. La apertura al público dependería del cumplimiento de la Alcaldía. Los partidos AAA se disputarían en Bogotá.
Traslado temporal a otro estadio: si no se garantiza respaldo logístico local, el equipo analizaría jugar en otra ciudad del país, regresando a Villavicencio una vez cuente con estadio propio, proceso estimado entre 9 y 10 meses.
La dirigencia asegura que esta situación era conocida desde mitad de año por las autoridades departamentales y municipales, y que fue expuesta directamente al alcalde en agosto sin que se concretaran soluciones. Con la llegada del nuevo director de Idermeta, se acordó revisar nuevamente el tema el próximo 14 de diciembre.
Mientras tanto, Llaneros FC ya evalúa alternativas, insistiendo en que el amor por el equipo debe ir acompañado de voluntad real y compromisos cumplidos.

