La efectividad del cannabis medicinal para tratar cientos de problemas de salud ha sido comprobada a través de estudios médicos y experiencias personales. Esta industria intenta despegar en el país en medio de oportunidades, miedos y desafíos.
Luego de ver pocas mejoras con medicamentos tradicionales como Levetiracetam o ácido valpróico, Fernando Segura, padre de un niño con epilepsia, escuchó en un programa de radio acerca de las investigaciones vanguardistas del cannabis o marihuana medicinal. “¿Por qué no intentar?”, se preguntó. Con la esperanza de encontrar un alivio para la enfermedad de su hijo, decidió comenzar un tratamiento con cannabis. Comenzó poco a poco, ofreciendo solo unas cuantas gotas del remedio a su hijo.
Los resultados fueron sorprendentes. Los episodios epilépticos, que se presentaban casi a diario, comenzaron a darse cada cuatro días y hoy, después de casi tres años de tratamiento, no se presentan hace aproximadamente año y medio. Este “milagro” ha hecho que Segura empiece un programa de reducción paulatina de todos los medicamentos, con la esperanza de llegar a eliminarlos por completo de la vida de su hijo.
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Sin embargo, seguir esta hoja de ruta no fue fácil. Como muchas otras personas que sufren de dolores crónicos o que se enfrentan a las turbulencias del cáncer, han desarrollado sus propias medicinas a base de cannabis para aliviarse. Durante años buscó el remedio preciso para su hijo y la marihuana fue una de las opciones exploradas, pues las plantas de cannabis contienen cientos de sustancias, conocidas como cannabinoides, muchas de ellas medicinales. Sin embargo, sus propiedades cambian dependiendo de las cantidades utilizadas y las cepas de la planta. En otras palabras, aquel remedio útil para tratar la epilepsia, no es necesariamente el mismo para tratar, por ejemplo, la anorexia.
Y es que las investigaciones mundiales, a pesar de las limitaciones impuestas por las legislaciones prohibicionistas, prueban la efectividad de la marihuana, sobre todo para tratar enfermedades que otros medicamentos no logran aliviar o curar. Se sabe que reduce el dolor crónico y los espasmos musculares, por lo que resulta útil para tratar pacientes con epilepsia o glaucoma; en los pacientes con cáncer, el cannabis reduce las náuseas y el vómito después de las quimioterapias y; también mejora el apetito en personas con VIH.
Durante el primer Simposio Médico de Cannabis Medicinal realizado en febrero en Bogotá, doctores e investigadores en el campo de la medicina cannabinoide presentaron sus experiencias con el medicamento. Vincent Maida, médico estadounidense experto en heridas graves, compartió sus avances tratando casos severos de cáncer de piel y lesiones que llevaban años sin curarse. Los resultados eran increíbles: con la aplicación tópica del aceite de cannabis, una mujer de edad avanzada logró curar una herida que llevaba años abierta y un hombre con cáncer de piel avanzado logró disminuir el tamaño de su tumor, un resultado que ningún otro medicamento alcanzó. Tratamientos con marihuana de uso tópico para afecciones de la piel muestran, según Maida, que pueden ser más útiles que los medicamentos usualmente administrados (opioides, corticoides o esteroides)
fuente:Semana