El presidente Gustavo Petro Urrego afirmó que el gobierno no retrocederá en su decisión de recuperar el control del Micay, una región que se ha convertido en una de las zonas de producción cocainera más grandes del mundo. Durante una sesión del Consejo de Ministros, Petro explicó que la toma del Micay es una decisión militar, pero enfatizó que no se trata de una acción militar exclusiva, sino que debe ir acompañada de una intervención social que beneficie al campesinado.

Petro destacó que la región del Micay ha sido copada por fuerzas extrañas, armadas e ilegales, que no buscan una revolución, sino que son un ejército del narcotráfico que busca dominar la producción de hoja de coca para controlar el mercado de la cocaína. Aseguró que el gobierno no atacará al campesinado, sino que buscará una alianza con ellos para transformar la economía de la región.
El presidente también criticó la propaganda de los narcotraficantes, que buscan convencer a los campesinos de que el gobierno va a fumigar sus cultivos en contra de su voluntad. Petro aseguró que el gobierno no va a bombardear al campesinado, sino que buscará una alianza con ellos para construir una economía lícita y próspera en la región.
En resumen, el gobierno de Petro busca recuperar el control del Micay a través de una acción militar acompañada de una intervención social que beneficie al campesinado, con el objetivo de transformar la economía de la región y erradicar el narcotráfico.