El delantero tolimense acabó su vínculo con el club verdolaga tras su pelea dentro del campo de juego con su compañero Jeison Lucumí. El caleño fue suspendido ocho días.
Para afuera, el club se respeta. Ese es el mensaje contundente deAtlético Nacional para Dayro Moreno, quien fue despedido este martes de la institución luego de su incidente con su compañero Jeison Lucumíen el partido ante Deportivo Cali. En tanto, el caleño fue suspendido por ocho días.
«La decisión es la de prescindir a partir de la fecha de los servicios de Dayro Moreno por justa causa. Esta medida obedece a las reiteradas faltas del jugador que afectan las normas de la Institución, algunas de ellas recientes y que han sido de análisis por parte de la Comisión Disciplinaria en el transcurso de este año», dice el comunicado del cuadro antioqueño.
No se alcanza a comprender lo que dice, pero por la manera de mover las manos se entiende que Dayro Moreno está pidiendo de manera vehemente la pelota para cobrar un tiro libre a favor de Nacional. El reclamo fue más allá, pues Jeison Lucumi estalló y en frente del árbitro le pegó un cabezazo al delantero. Roja directa para el caleño y el cuadro verde con 10 futbolistas en el duelo frente al Deportivo Cali, que al final terminó empatado sin goles (apenas terminó el encuentro Moreno se fue corriendo al camerino a buscar a Lucumí).
La calentura del momento también tuvo otro episodio con diferente personaje. A la mitad del partido se vio cómo hubo un manoteo entre Dayro y Juan Pablo Ramírez, malas palabras de lado y lado y un instante de tensión que por fortuna quedó ahí.
Pero esto no es nuevo al interior de Nacional y con Dayro como protagonista, pues el delantero ya había tenido un roce este año con Gonzalo Castellani en el partido frente a Júnior, en el Metropolitano de Barranquilla. En esa ocasión, finalizado el primer tiempo, ambos discutieron en el túnel del escenario, hubo empujones y hasta choque de cabezas. Ese día Aldo Leao Ramírez se dio cuenta y los separó.
A eso hay que sumarle los episodios contra rivales, como la agresión a Luciano Ospina de Alianza Petrolera en el primer semestre (cuatro fecha de sanción). Todo eso sin contar las llegadas tarde a los entrenamientos y el tiempo que fue alejado del equipo profesional por actos de indisciplina.
«A nuestra hinchada le ofrecemos de nuevo disculpas por los hechos que opacan al espectáculo del fútbol y al buen nombre de Atlético Nacional y su filosofía. Nuestro amor por la camiseta debe ser un motivo de alegría y sana convivencia dentro y fuera de los estadios, así como al interior de nuestra institución», agregó el cuadro verdolaga.
Un hecho que sienta un precedente en Atlético Nacional, que prescinde del contrato de uno de sus jugadores más importantes por indisciplina. Dayro anotó 57 goles en 91 partidos con los antioqueños y festejó dos títulos (Liga Águila I-2017 y Copa Águila 2016)
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EL ESPECTADOR