A pocos días de que comience el Mundial Femenino, un escándalo de proporciones graves ha surgido, involucrando a uno de los equipos participantes en el torneo que se llevará a cabo en Australia y Nueva Zelanda.
La Selección de Zambia ha sido sacudida por delicadas denuncias de abuso sexual. Estas acusaciones se basan en la información proporcionada por el diario «The Guardian», que recopiló denuncias anónimas de varias futbolistas del equipo africano sobre el comportamiento y las insinuaciones sexuales del entrenador Bruce Mwape.
Según una jugadora de Zambia que prefirió mantenerse en el anonimato en el artículo de «The Guardian»: «Si él (Mwape) quiere acostarse con alguien, le tienes que decir que sí. Es normal que el entrenador se acueste con las jugadoras de nuestro equipo».
Además, una fuente cercana a las jugadoras de la Selección de Zambia reveló: «Están siendo amenazadas con acciones punitivas si se atreven a decir algo. La Federación hace la vista gorda porque las mujeres han tenido buenos resultados. Es su manera de mostrar al público y a las autoridades el éxito y la buena imagen. Pero detrás de escena, está muy feo».
Ante estas denuncias, la Federación de Fútbol de Zambia ha declarado que colaborará en la investigación con las autoridades competentes. Adrian Kashala, secretario de la Federación, declaró: «Aunque no tenemos registro de quejas oficiales sobre las acusaciones, consideramos que son muy graves y hemos abierto una investigación sobre el asunto».
Kashala también anunció: «Colaboraremos con el Servicio de Policía de Zambia y otras partes interesadas relevantes para abordar este asunto».
Estas acusaciones de abuso sexual y amenazas dentro de la Selección de Zambia antes del Mundial Femenino son extremadamente preocupantes y deben tomarse con la máxima seriedad. Es fundamental que se lleve a cabo una investigación exhaustiva y transparente para establecer la verdad y tomar las medidas apropiadas.
La seguridad y el bienestar de las jugadoras deben ser prioridad en cualquier evento deportivo, y no se puede tolerar ningún tipo de abuso o acoso. Esperamos que se tomen acciones contundentes para abordar esta situación y se implementen políticas sólidas para prevenir y enfrentar el acoso y el abuso en el fútbol femenino y en el deporte en general.